Uso adecuado del hilo dental

30 November 2023

La parte menos popular del régimen de higiene bucal de la mayoría de los pacientes y, sin duda, la que causa más dificultades a la mayoría de las personas. Entonces, ¿es tan importante? ¿Qué ocurre si no se utiliza el hilo dental y hay alguna forma más fácil de hacerlo?

El cepillado dental sólo limpia alrededor del 75% de la superficie del diente. El 25% restante es la superficie entre los dientes, donde las cerdas del cepillo no llegan. Si esta parte del diente no se limpia, se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias que se alimentan de las partículas de comida que quedan. Con el tiempo, esto puede provocar caries, enfermedades de las encías, inflamación crónica y mal aliento.

La mayoría de la gente utiliza el término hilo dental para describir la limpieza entre los dientes, pero el hilo dental es sólo una forma de limpiar esas zonas de difícil acceso. Cuando los espacios entre los dientes son muy estrechos, la seda dental será la única opción, pero cuando los espacios son más grandes (a menudo hacia la parte posterior de la boca), existen opciones alternativas para la limpieza. El hilo dental está disponible en versiones enceradas o sin encerar. La mayoría de la gente encuentra que la versión encerada es más fácil de usar porque se desliza entre los dientes con más facilidad y es menos probable que se rompa o deje hilos sueltos.

Entonces, ¿cómo usamos el hilo dental de forma eficaz?

Como todos los productos de limpieza, usar la técnica correcta es importante para asegurarse de que sus esfuerzos no se desperdician. Existen diferentes versiones de hilo dental para la limpieza de implantes y puentes. Tu dentista te mostrará cómo utilizarlos. Para que la técnica de limpieza con hilo dental sea más eficaz, siga estos sencillos pasos:

Extraiga una sección de hilo dental de aproximadamente la longitud de su antebrazo.

Enrolle los extremos del hilo alrededor de un dedo de cada mano hasta que le quede una sección de unos 2 cm de longitud entre cada mano.

Tire del hilo dental con fuerza y, colocando una mano a cada lado del diente, baje el hilo hasta que quede asentado justo encima del espacio interdental.

Con un suave movimiento de lado a lado, guíe el hilo hacia abajo entre el punto de contacto apretado donde se unen los dientes. Mantener el hilo tenso facilitará su paso y evitará que se rompa.

Una vez pasado el punto de contacto y manteniendo el hilo tenso, deslícelo suavemente hasta la línea de las encías y enrósquelo en forma de C contra el diente.

Manteniendo el hilo en contacto con el diente, frótelo suavemente hacia arriba y hacia abajo asegurándose de que pasa por debajo de la línea de las encías hasta que note resistencia. Súbelo y bájalo varias veces teniendo cuidado ahora de serrar. Cuando esté listo, repita la acción en el otro lado del hueco antes de utilizar la misma acción de lado a lado para volver a pasar suavemente el hilo por el punto de contacto apretado y sacarlo de nuevo. Tenga cuidado de no tirar con fuerza para retirar el hilo, debe sacarlo con el mismo control que utilizó para introducirlo.

Cuando aprenda a utilizar el hilo dental por primera vez, comience por los dientes frontales, que son más fáciles de acceder, y vaya avanzando gradualmente hacia los dientes posteriores a medida que adquiera más destreza.

Pase a una nueva parte del hilo cada vez que cambie de diente. Intenta llevar la cuenta de los dientes que has limpiado con hilo dental. Es mejor empezar por un lado y trabajar sistemáticamente hacia el otro para no saltarse ninguno.

Procura no ser demasiado agresivo. Un enfoque firme pero suave es todo lo que se necesita para desalojar la placa.

Si te resulta difícil acceder con el hilo dental, puedes probar a utilizar una 'flossette' que contiene un pequeño trozo de hilo dental en un tenedor de plástico. También existen varios "enhebradores de hilo dental" que ayudan a pasar el hilo a través del espacio sin necesidad de pasarlo por el estrecho punto de contacto. Pida a su dentista que le enseñe a utilizarlos.

Otros accesorios interdentales, como los cepillos interdentales, los palillos dentales y el hilo dental con agua, son buenas alternativas al uso del hilo dental cuando el espacio es lo suficientemente amplio para acceder a ellos. Sea cual sea la ayuda que elijas utilizar, debe llenar el espacio sin forzarlo.

Es importante tener en cuenta que no siempre verás los restos que se desprenden cuando limpias entre los dientes porque las bacterias no son visibles a simple vista. La idea es desalojar las bacterias antes de que hayan tenido tiempo de convertirse en una placa más gruesa y visible. Si la ves, es que lleva ahí demasiado tiempo.

Como ocurre con todas las habilidades nuevas, cuesta acostumbrarse al hilo dental, pero merece la pena perseverar. Una vez que domines la técnica, será una incorporación rápida y sencilla a tu rutina diaria de higiene bucal y cosecharás los beneficios durante muchos años.